22.10.12

La tela de araña en el Diván




Lucía tiene 45 años, libra signo de aire. Llega a mí para una consulta de tarot,  no sabe su hora de nacimiento así que sólo tenemos la información de su signo solar " Libra" que es el que normalmente conoce la gente, es el día de nacimiento.

 Su signo solar nos muestra su tendencia a dejarse influenciar por las opiniones de los demás, a no escuchar su voz interior y dejarse llevar por la marea colectiva de pensamientos y creencias, eso le ha causado muchos problemas a lo largo de su vida y ese es el motivo que la trae a mi consulta, está agotada literalmente y su cuerpo acusa varios problemas físicos.

Ella se siente frágil mentalmente, le cuesta concretar y tener firmeza para defender cualquier situación. 

Le gusta pedir consejo a personas que se mueven en el mundo esotérico, principalmente tarotistas, santeros etc...aquí radica el problema ya que por su vulnerabilidad para ser influenciada, no ha elegido profesionales cualificados, de principios y ética demostrada sino que atrae personas que abusan de ella economicamente, mentalmente y emocionalmente.

Durante un largo rato escucho la historía reducida evidentemente, de sus malas elecciones, decisiones y acciones:

En una ocasión fue a un santero, este le dijo que le haría varios trabajos para hacer que su vida fuera mejor y limpiarla de las malas energías que supuestamente su prima la había impregnado. La relación con su prima no era buena y siempre habían tenido enfrentamientos. Lo que le transmitió a este hombre era la firme creencia de que su prima podía hacerle daño y destruir su vida. Lucía había cobrado un dinero, con ello tenía que cubrir varias cosas importantes. La influencia del supuesto santero la convenció para invertir ese dinero en él.  Ella tuvo que hacer malabarismos para sacar el dínero poco a poco, sin que se diera cuenta su marido, con el consiguiente estrés que esto generaba y las consecuencias de no invertir el dinero donde debía. 

Lucía se agobiaba cada vez más, le confesó al santero que era el único dinero que tenía y que sólo le podría hacer un ingreso más, el santero entonces le dijo que sería suficiente para acabar el trabajo.

En ningún momento se paró a pensar que el manipulador era el santero, su actitud de fe ciega era la que la estaba destruyendo y complicando.


En el momento de la consulta, se sentía atacada,  pensando que su prima le estaría haciendo algún trabajo de magia negra, por que la semana estaba siendo nefasta. Su hijo había tenido un problema con la justicia, su matrimonio hacía aguas y su abogado la había engañado con una reclamación laboral.

Lucía no dejaba de repetir que su prima le amargaba la vida, estaba segura que tenía algo que ver en todo lo que estaba pasando.

Sofía entra en escena, es una amiga de Lucía a la que le encanta ir de tarotista en tarotista a ver que le cuentan. Sofía tiene una luna en Libra  así que lo que piensa Lucía lo siente Sofía, se entienden bien y como también se siente insegura siempre le pide a Lucía que vaya primero a las consultas para después ir ella, si todo le ha salido bien... 

Lucía dice que los consejos y recomendaciones de Sofía le traen problemas y ella es la cabeza de turco en sus aventuras...

La energía que transmiten las dos es agotadora por su negatividad, durante la conversación voy abriendo cartas para luego ponerlas en palabras y explicarle a Lucía lo que realmente está pasando en su vida.

Cuando comienzo a decirle que todo lo causa ella, que el poder no lo tienen los demás sino ella al creer firmemente en el poder de esas personas, Lucía me mira con los ojos abiertos como platos, nunca se habría imaginado una respuesta así.

Le explico los acontecimientos de la última semana:

Su hijo a tenido problemas con la justicia por que se ha relacionado con personas de los bajos fondos y en la investigación que seguían contra estas personas veían que el tenía contacto con ellos, aunque no había cometido ningún delito, se le acusaba de encubrimiento.

Su matrimonio hacía aguas desde hacía mucho tiempo, Lucía ya no amaba a su marido y el tenía otras relaciones desde  mucho tiempo atrás.

Su abogado era amigo de su marido y no de ella, así que realmente no eligió a un profesional que mirara por sus intereses.

La prima nada tenía que ver ni ahora ni nunca en las desgracias de su vida. Lucía había alimentado y retroalimentado esa creencia.

Conforme le daba otra versión de los sucesos, ella comenzaba a entender la tela de araña que había tejido, sin ayuda de nadie.

* Aprender a decir No cuando Sofía le pidiera ser el ratón de laboratorio.
* Confiar en en si misma poco a poco sin tantas dependencias
* Dejar de entregar su poder a otros creyendo que tienen poder sobre ella
* Tener criterio para separar la paja del grano
* Elegir amistadas positivas y profesionales coherentes 


Nunca debemos perder el control y dejarnos en manos de los demás. Nuestra vida es un fiel reflejo de lo que somos y no de lo que queremos...

                            
                        Eva Alba

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